Este tipo de manipulado o acabado de impresión puede darse en diferentes fases del proceso de impresión. El plastificado consiste en una lámina plástica que se adhiere contra la superficie mediante calor y presión. Se pueden realizar de forma manual o mecánica, pero en ambos casos el sistema de plastificado funciona igual. Puede ser plastificado mate, brillo o gofrado. Normalmente se utiliza porque aporta protección y resistencia al producto una vez impreso.
Pueden ser de dos tipos:
Glasofonado o peliculado
El glasofonado es el proceso mediante el cual una película plástica se adhiere al papel mediante calor y puede ser mate o brillo. Su uso es muy habitual para proteger los productos impresos y lograr que sean más perdurables. Además es muy utilizado cuando hay una gran masa de color en una cara y detrás tenemos un blanco, con el glasofonado podemos evitar alguna sombra en ese blanco producida por la tinta del lado opuesto.
Además elimina la necesidad de elegir un papel con un tacto poroso, ya que con este tipo de acabados podemos jugar con texturas, tanto visuales como táctiles.
No es aconsejable para impresos sobre los que se tenga que escribir después, ya que sobre un glasofonado no se puede escribir con un bolígrafo normal, tendrá que ser un rotulador permanente.
Encapsulado
Es un tipo de plastificado muy rígido que encierra totalmente el impreso incluso por los bordes. Debe sobresalir por fuera del documento para que permanezcan pegadas las dos caras del plastificado.
Por eso se debe contar con este «sobrante» o margen a la hora diseñar, ya que si este impreso va a ir ensobrado, o colocado dentro de un packaging a medida, este margen debe incluirse en las medidas finales del envase. Este sistema de plastificado suele utilizarse normalmente para cantidades muy pequeñas.